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May

Estados Unidos retrasará hasta 6 meses su decisión sobre aranceles a autos
La administración del presidente Donald Trump planea retrasar la implementación de posibles aranceles a la industria automotriz extranjera durante seis meses, según ha adelantado la cadena CNBC. Los principales selectivos de las bolsas europeas y estadounidenses han celebrado la noticia con un repunte, pasando a de las caídas a terreno positivo en la mayoría de los casos.
La Casa Blanca debe tomar una decisión al respecto antes del 18 de mayo pero según la ley contaría con un margen adicional de otros 180 días siempre y cuando el gobierno estadounidense esté negociando con sus socios comerciales.
De esta forma se relajan momentáneamente las tensiones comerciales con Japón y sobre todo con la Unión Europea. La imposición de gravámenes de hasta el 25% a las importaciones de vehículos y autopartes podría violar el acuerdo de no implementar nuevos aranceles alcanzado entre el inquilino de la Casa Blanca y el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker el año pasado.
De momento, las exportaciones marítimas de componentes automotrices a EEUU cayeron un 2,2% en abril después de haber aumentado en el primer trimestre, en parte debido a que Daimler redujo sus envíos. Volkswagen y Fiat Chrysler parecen más confiados, según indica la consultora Panjiva Research. Si la administración Trump optase por imponer aranceles del 25% a los coches europeos en los próximos meses, la industria alemana sería la más penalizada.
Desde el ifo Institute habían estimado que las exportaciones automotrices germanas podrían caer en un 7,7% o alrededor de 18.400 millones de euros. Dicho esto, el sector automovilístico estadounidense también sufriría enormes consecuencias. Un informe del Centro de Investigación Automotriz señaló que en el peor de los casos, un arancel del 25% eliminaría 366.900 empleos estadounidense en la industria automovilística y sus negocios relacionados. Al mismo tiempo, los precios de los coches podrían aumentar una media de 2.750 dólares, incluidos aquellos fabricados en el país, lo que reduciría las ventas anuales en 1,3 millones de unidades.
No obstante, Trump ha mostrado su incesante malestar con Bruselas en los últimos meses. EEUU insiste en que las negociaciones con la UE deben incluir al sector agrícola, algo a lo que Europa se resiste. De momento, las importaciones de productos agrícolas estadounidenses a la UE aumentaron un 23,6% en los 12 meses hasta el pasado 28 de febrero, principalmente debido al incremento en las compras de soja. Al mismo tiempo, Washington no parece estar dispuesto a cancelar sus aranceles de acero y aluminio de la sección 232, algo que la UE considera un requisito esencial antes de poder completar cualquier tipo de acuerdo comercial entre ambos socios.
Estos gravámenes han hecho que las importaciones estadounidenses de productos europeos hayan disminuido un 7,5% en el último año, con un efecto particularmente negativo para ArcelorMittal y ThyssenKrupp.
Los subsidios aeroespaciales, también en juego
Paralelamente, la disputa relacionada con los subsidios aeroespaciales, véanse Boeing y Airbus, está llegando a un punto crítico y puede ser donde se produzcan los primeros disparos que susciten una guerra comercial entre Washington y Bruselas. La UE amenaza con imponer aranceles sobre el carbón y otros productos químicos estadounidense, mientras que EEUU planea hacer lo propio con un amplio catálogo de alimentos y bebidas europeas.
Durante la jornada del miércoles y el jueves, la administración de Trump escuchará los comentarios de Boeing, Airbus y otras partes involucradas en este conflicto.
Un árbitro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) todavía tiene que emitir una resolución sobre el daño anual que sufre Boeing como resultado de los programas de apoyo franceses, alemanes, británicos y españoles a Airbus. Esa decisión podría ser inferior a la cifra de 11.000 millones de dólares estimada por EEUU. La indemnización por daños más alta otorgada previamente por un árbitro de la OMC fue de 4.000 millones de dólares, en un caso presentado por la UE en 1997 contra los subsidios fiscales de exportación estadounidenses para Boeing y otros fabricantes.
La UE también ha cuestionado el apoyo del gobierno de EEUU a Boeing y espera ganar un caso similar al presentado por Washington. Dicho esto, la decisión de un árbitro de la OMC en esta disputa podría ser dentro de seis meses o un año.
Fuente: El Economista